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Leer más »Si viven en México, están de paso o de vacaciones y están interesados en tener una experiencia BDSMEn México, hay una variedad de eventos BDSM que pueden ser de interés para aquellos que están involucrados en la comunidad BDSM o que desean explorar más sobre este estilo de vida. Algunos de los eventos más destacados pueden incluir:
Este es uno de los eventos más grandes y reconocidos en la escena BDSM de México. Ofrece talleres, conferencias, demostraciones y oportunidades para socializar, todo centrado en la comunidad BDSM.
Este evento anual en la Ciudad de México reúne a personas interesadas en el BDSM, el fetichismo y la exploración sexual. Ofrece una amplia gama de actividades, desde talleres educativos hasta exhibiciones artísticas y fiestas temáticas.
Aunque no exclusivamente centrado en el BDSM, este festival en la Ciudad de México suele incluir actividades y charlas relacionadas con la comunidad BDSM y la sexualidad alternativa.
Eventos en clubes y espacios BDSM locales: En ciudades como la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, existen clubes y espacios dedicados al BDSM que organizan regularmente eventos, fiestas y talleres para la comunidad BDSM local. Estos eventos pueden variar en tamaño y estilo, desde encuentros íntimos hasta fiestas más grandes y elaboradas.
Este es uno de los eventos más grandes y conocidos en México dedicado al BDSM. Ofrece una amplia gama de actividades que incluyen talleres, conferencias, demostraciones y áreas de juego. La Expo BDSM México atrae a una diversidad de personas interesadas en el BDSM y es un espacio para aprender, socializar y disfrutar de la comunidad.
Fetish Weekend México: Este evento es una celebración del fetiche y la comunidad kink en México. Incluye fiestas temáticas, presentaciones de artistas y performances, así como oportunidades para conocer a otras personas interesadas en el BDSM y el fetichismo.
Munches locales: Los munches son reuniones informales en lugares públicos, como restaurantes o cafeterías, donde las personas interesadas en el BDSM pueden reunirse para socializar, hacer conexiones y discutir temas relacionados con el BDSM en un ambiente relajado y sin presiones.
Eventos en clubes y bares: Algunos clubes y bares en México ocasionalmente organizan noches temáticas o eventos especiales dedicados al BDSM y al fetiche. Estos eventos pueden incluir espectáculos, música, y áreas de juego para aquellos que desean explorar sus intereses en un entorno social.
Es importante tener en cuenta que la disponibilidad y popularidad de los eventos pueden variar con el tiempo, por lo que te recomendaría buscar en línea, consultar en redes sociales o unirte a comunidades locales de BDSM para obtener información actualizada sobre los eventos en México. Además, siempre asegúrate de que cualquier evento al que asistas respete los principios de consentimiento, seguridad y respeto en todas las interacciones.
Hola,me llamo David. Desde que tengo uso de razón me atraen los pies y el calzado femenino, los pies más aún con medias, siempre me excita el olor que se crea entre los pies y las medias encerrados en un zapato o tenis. Nunca había tenido la posibilidad de poder concretar mi fantasía y lo más cerca que estuve de satisfacer mi gusto era oler calzado o medias cuando iba a la casa de mi tía buscaba en el baño en la canasta de ropa sucia si mi tía o prima habían dejado algo y si encontraba un par de medias podía masturbarme o recuerdo en la casa de un amigo hacía lo mismo con el calzado y medias que usaba su madre.
Siempre soñaba con que una chica guapa y de bonitos pies me sometiera y me tuviera a sus pies, pero nunca se realizó y además sentía una gran vergüenza de que supieran de mi gusto fetichista y se burlaran de mí o me tomaran por alguien raro, ante lo cual se siente una gran frustración.
A los 23 años me dedicaba a hacer trabajos de jardinería, cortar césped, podar, etc. y como siempre tuve habilidad para trabajos de albañilería, plomería y electricidad la gente me ofrecía también ese tipo de trabajos. Tenía muchos clientes en un barrio privado, gente de clase media en buena situación económica y con quienes tenía mucha confianza.
Un día estaba cortando el césped de una casa y la señora que vive enfrente me llama y me dice que quería contar con mis servicios, que la persona que venía siempre a hacer esa tarea un hombre mayor había fallecido y había pedido referencias mías y le habían dicho que era de confianza.
La Señora que se llamaba Amelia era una ex directora de escuela jubilada, viuda y tenía 76 años, pero se veía en muy buen estado y se notaba que en su juventud debe haber sido una mujer muy guapa. Comencé a trabajar en su casa y era bastante controladora y autoritaria, cada cosa que me pedía que hiciera lo hacía de un modo imperativo y eso me molestaba un poco, pero me daba trabajo seguido y no me convenía perder a una cliente así, pensé que al haber sido una directora de una escuela sería así desde siempre.
Por supuesto que nunca me fijé en ella como mujer y si que miraba sus pies siempre llevaba botas o zapatos cerrados y verdaderamente no le prestaba atención, mi sueño era estar a los pies de una chica hermosa y nunca de una mujer como Amelia.
En una oportunidad fui a arreglar una pérdida de agua que tenía en el lavadero y justo estaban uno de los zapatos que usaba siempre y dentro unas medias se ve que las había dejado para lavar, cuando quede solo no pude resistirme a descubrir como olerían, fue tan agradable mi sorpresa que quede embriagado oliendo esas medias y el interior de sus zapatos, mi polla se puso a dura lo que me impedía trabajar ya que tenía impregnado su aroma, pensaba robar esas medias, pero no me animé, le pedí permiso a Amelia para ir al baño y me lleve a escondidas una de sus medias para masturbarme y descargar la calentura que llevaba encima.
Desde ese día no podía dejar de pensar en cómo serían los pies de la Señora Amelia y me masturbaba pensando en estar a sus pies y yo mismo me cuestionaba que cómo era posible que los pies de una mujer de 76 años me generara tanta excitación, para peor las siguientes veces que fui siempre llevaba botas que no me permitían adivinar la forma de sus pies, si al ser una persona de esa edad estarían cuidados o no y pensaba "Sus pies deben ser horribles por eso siempre usa calzado cerrado", pero a su vez no dejaba de recordar el aroma excitante y hermoso de sus medias y zapatos.
Ya sus tonos autoritarios no me molestaba para nada, es más me ponían muy caliente soñando que era su esclavo y que me tendría alguna vez a sus pies como mi Ama. Pasaba el tiempo y mi atracción se hacía más fuerte al igual que mi resignación de saber que jamás podría realizar mi fantasía, por ahí solo poder oler su calzado cuando ella se distrajera o no esté en la casa.
Hasta que un día me llama ya que tenía problemas con los enchufes de su habitación, me pidió que si podía venir urgente porque había hecho cortocircuito, cuando llego la veo vestida como para salir, me muestra donde estaba el problema y me dice que debía salir urgente a hacer un trámite en el banco, le dije que vaya sin problemas que yo mientras arreglaba la falla eléctrica y que la esperaba.
Nunca había entrado a su habitación, me puse a solucionar el desperfecto y cuando termine me puse a revisar su armario y allí vi donde guardaba sus zapatos y botas había también unas sandalias, no pude resistirme a degustar el aroma de cada uno de ellos lo que me excitaba tremendamente y terminaba de masturbarme y probaba con otro zapato y volvía a hacerlo, hasta que veo unas pantuflas debajo de la cama, me abalancé enseguida sabiendo que su aroma sería magnífico ya que se veían muy usadas y no solo no estaba errado sino que ese aroma era más intenso aún y tuve que volver a masturbarme haciendo rozar contra mi pene esas suaves pantuflas a las que casi ensucio con mi semen, tuve que ir a lavar mi polla con agua fría para sacarme la calentura ya que quería seguir disfrutando de esos momentos de placer y temía que la señora Amelia volviera y llegará a descubrirme.
Había tardado bastante en volver y cuando llega me dice que había una cola grande de gente, se sienta en el sillón y me dice que le dolían las piernas y los pies de estar tanto tiempo de pie y que justo se había llevado las botas menos cómodas, ya que nombrara que le dolían los pies me excitó mucho, no sé cómo tomé coraje y le dije si quería que le buscara un calzado cómodo (sabiendo que estaban sus pantuflas) y me dice "Ah sí por favor fijate debajo de mi cama tengo mis pantuflas, haceme el favor y traemelas", fui y volví enseguida cuando llego la veo intentando quitarse las botas y ahí mismo le dije "Déjeme señora Amelia que yo la ayudo, usted descanse",
Me arrodillo y suavemente le quité una de sus botas al descubrir su pie vi que tenía puestas unas medias negras de Nylon que le daban una forma hermosa a su pie con un arco perfecto, el dedo gordo ligeramente mas largo que el resto.
Noto la calidez del mismo mezclado con un leve sudor y ni hablar del aroma absolutamente perturbador para mi mente fetichista, mi polla que se alzó como un resorte ya se quería salir del pantalón, apoyo su piecito en mi pierna y voy descalzando su otra bota volviendo a acariciar su pie, " Uy que alivio David ya no soportaba mas estas botas, me estaban apretando y haciendo dolor los pies" yo ya estaba totalmente en otro mundo y mi instinto me llevó a tomar su pie y darle un suave masaje, "Uy que bien, me encanta!!!, que buen masaje no sabes lo que me hace falta" decía Amelia mientras cerraba sus ojos y se acomodaba aún más en el cómodo sillón, yo ya estaba fuera de mi sin control de mis inhibiciones y llevé su pie a mi boca y comencé a besarlo y pegarlo en mi cara para sentir ese aroma que me volvía loco, no me importaba cual fuera la reacción de ella solo tenía que hacerlo, ya no veía nada, solo su hermoso pie pegado a mi rostro, todos mis sentidos estaban absortos a ese momento y lejos de sentir la reacción natural de sorpresa que pudiera tener Amelia de quitar su pie y enojarse, me dejó hacer y alce mi vista y vi su rostro y sus lindos ojos celestes con una sonrisa de satisfacción, lo que hizo que siguiera adorando su divino pie.
Amelia se dio cuenta del éxtasis en el que estaba y el otro pie que estaba apoyado en mi pierna lo movió hacia mi polla que ya estaba que explotaba, a medida que rozaba su piecito en mi pene yo me pegaba más a su otro pie para besarlo desesperadamente, de pronto saca su pie de mi cara y de mi polla y me dice que me ponga de pie, al hacerlo me baja el pantalón y el bóxer y deja mi pene totalmente dura al descubierto, me mira con rostro sonriente y sabiéndose dueña de la situación agarra mi pene y se lo lleva a la boca, lo besó, le da una suaves lamidas y se lo introduce para darle una mamada que me estaba haciendo temblar de placer, tanto que apenas podía sostenerme parado.
No pude resistirme demasiado, mi cuerpo se estremeció de placer de una forma que nunca lo había hecho antes para que mi semen estallara dentro de su boca a borbotones, siguió mamando para no dejarme una sola gota de leche tragándoselo todo, volvió a mirarme sonriendo y yo no pude hacer otra cosa que caer a sus pies para besarlos y decirle gracias, gracias, gracias.
RELATO ESCRITO POR ANONIMO
Hola!Soy un chico con un curioso vicio, las braguitas de mujer, me encantan, blancas, negras, rojas, con puntillas, lisas, etc de todas formas y colores, pero lo que más me gusta es oler los restos que dejan sus dueñas, ver los flujos y los pelitos pegados, me pone cachondísimo.
Me he masturbado varias por no decir más veces con braguitas calientes entre mis manos, y la verdad ya no sé si lo que me gusta es eso, o el hecho de cojerselas a sus propietarias, sí amigos ese es mi pecado que incumple el no robarás bragas ajenas, aunque más bien es tomarlas prestadas porque casi siempre las devuelvo jeje
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Todo empezó con 14 años, yo era un chico aficionado a las revistas porno y a las pajas, un día en mi pueblo sin querer me encontré en el baño las bragas de una tia mia, me empezó el corazón a latir a cien, que nervios, cerré la puerta y las cogí, eran blancas y suavitas, mire en la entrepierna y ahí estaban esos juguitos, uhh!, los empecé a oler, era la primera vez que olía un coño y el de mi tía no olía nada mal, me hice una paja muy buena!
Durante un tiempo me las guardé, hasta que casi se quitó el olor. Al poco tiempo me dije que podía conseguir yo unas sin depender de la suerte, por aquel entonces estaba pasando unas vacaciones en casa de mi abuela, y sin que ella estuviera en casa busqué en la lavadora y allí estaban unas grandes y marrones bragas, otra vez el corazón a cien!, las cogí y me las lleve a la nariz, casi no olían nada, pero no pude conformarme y me hice una paja ahí mismo con ellas.
Después las volvía a dejar donde estaban. Así en ese verano empezó todo, ahora ya han pasado muchos años, perdí mi virginidad, y empecé a disfrutar de chochitos ricos, pero aún no he podido evitar "robar", esas cositas tan íntimas cada vez que puedo, ha habido muchas ya, tías (casi a todas sé cómo le huele), alguna prima, amigas (ir a casas de amigas es algo que me encanta), hermanas de amigos y madres...
Ahora cuando voy a una casa lo primero en lo que me fijo es donde está la lavadora, o el cubo de la ropa sucia, ir a una casa a mear y ver ahí la lavadora me pone…como cuando era un niño, coger las braguitas de mis amigas, olerlas, umm o en casa de amigos, coger las de sus hermanas o madres, todas me gustan, con sus pelitos de coño, sus marquitas de culo mal limpiado, sus mancha de pipi cuanto más sucias mejor, más caliente me ponen.
Mi última víctima es mi suegra, a la cual le huele el coño como a mi mujer pero algo más suave, pero igual de rico, me encanta hacerme pajitas con sus bragas húmedas, recién quitadas, con los flujos aún calientes.
Es un vicio, el cual por suerte de momento controlo, me excita mucho,cogerlas y olerlas, pero más saber que me pueden pillar, tal vez no sea muy decente, pero a mi me gusta, hay otro vicio que ese no puedo controlar, las ganas de hacer el amor a mi mujer, eso es incontrolable.
Si alguna vez os ha faltado una braga y tal vez me conocéis, no dudéis que he sido yo.
Muchos besitos chicas,si me invitaís alguna vez a vuestra casa,por favor dejad las bragas por ahí...
UN RELATO ESCRITO POR ANONIMO. FETICHISMO
Hola,me llamo David. Desde que tengo uso de razón me atraen los pies y el calzado femenino, los pies más aún con medias, siempre me excita el olor que se crea entre los pies y las medias encerrados en un zapato o tenis. Nunca había tenido la posibilidad de poder concretar mi fantasía y lo más cerca que estuve de satisfacer mi gusto era oler calzado o medias cuando iba a la casa de mi tía buscaba en el baño en la canasta de ropa sucia si mi tía o prima habían dejado algo y si encontraba un par de medias podía masturbarme o recuerdo en la casa de un amigo hacía lo mismo con el calzado y medias que usaba su madre.
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Siempre soñaba con que una chica guapa y de bonitos pies me sometiera y me tuviera a sus pies, pero nunca se realizó y además sentía una gran vergüenza de que supieran de mi gusto fetichista y se burlaran de mí o me tomaran por alguien raro, ante lo cual se siente una gran frustración.
A los 23 años me dedicaba a hacer trabajos de jardinería, cortar césped, podar, etc. y como siempre tuve habilidad para trabajos de albañilería, plomería y electricidad la gente me ofrecía también ese tipo de trabajos. Tenía muchos clientes en un barrio privado, gente de clase media en buena situación económica y con quienes tenía mucha confianza.
Un día estaba cortando el césped de una casa y la señora que vive enfrente me llama y me dice que quería contar con mis servicios, que la persona que venía siempre a hacer esa tarea un hombre mayor había fallecido y había pedido referencias mías y le habían dicho que era de confianza.
La Señora que se llamaba Amelia era una ex directora de escuela jubilada, viuda y tenía 76 años, pero se veía en muy buen estado y se notaba que en su juventud debe haber sido una mujer muy guapa. Comencé a trabajar en su casa y era bastante controladora y autoritaria, cada cosa que me pedía que hiciera lo hacía de un modo imperativo y eso me molestaba un poco, pero me daba trabajo seguido y no me convenía perder a una cliente así, pensé que al haber sido una directora de una escuela sería así desde siempre.
Por supuesto que nunca me fijé en ella como mujer y si que miraba sus pies siempre llevaba botas o zapatos cerrados y verdaderamente no le prestaba atención, mi sueño era estar a los pies de una chica hermosa y nunca de una mujer como Amelia.
En una oportunidad fui a arreglar una pérdida de agua que tenía en el lavadero y justo estaban uno de los zapatos que usaba siempre y dentro unas medias se ve que las había dejado para lavar, cuando quede solo no pude resistirme a descubrir como olerían, fue tan agradable mi sorpresa que quede embriagado oliendo esas medias y el interior de sus zapatos, mi polla se puso a dura lo que me impedía trabajar ya que tenía impregnado su aroma, pensaba robar esas medias, pero no me animé, le pedí permiso a Amelia para ir al baño y me lleve a escondidas una de sus medias para masturbarme y descargar la calentura que llevaba encima.
Desde ese día no podía dejar de pensar en cómo serían los pies de la Señora Amelia y me masturbaba pensando en estar a sus pies y yo mismo me cuestionaba que cómo era posible que los pies de una mujer de 76 años me generara tanta excitación, para peor las siguientes veces que fui siempre llevaba botas que no me permitían adivinar la forma de sus pies, si al ser una persona de esa edad estarían cuidados o no y pensaba "Sus pies deben ser horribles por eso siempre usa calzado cerrado", pero a su vez no dejaba de recordar el aroma excitante y hermoso de sus medias y zapatos.
Ya sus tonos autoritarios no me molestaba para nada, es más me ponían muy caliente soñando que era su esclavo y que me tendría alguna vez a sus pies como mi Ama. Pasaba el tiempo y mi atracción se hacía más fuerte al igual que mi resignación de saber que jamás podría realizar mi fantasía, por ahí solo poder oler su calzado cuando ella se distrajera o no esté en la casa.
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Me arrodillo y suavemente le quité una de sus botas al descubrir su pie vi que tenía puestas unas medias negras de Nylon que le daban una forma hermosa a su pie con un arco perfecto, el dedo gordo ligeramente mas largo que el resto, acaricio su pie y noto la calidez del mismo mezclado con un leve sudor y ni hablar del aroma absolutamente perturbador para mi mente fetichista, mi polla que se alzó como un resorte ya se quería salir del pantalón, apoyo su piecito en mi pierna y voy descalzando su otra bota volviendo a acariciar su pie, " Uy que alivio David ya no soportaba mas estas botas, me estaban apretando y haciendo dolor los pies" yo ya estaba totalmente en otro mundo y mi instinto me llevó a tomar su pie y darle un suave masaje, "Uy que bien, me encanta!!!, que buen masaje no sabes lo que me hace falta" decía Amelia mientras cerraba sus ojos y se acomodaba aún más en el cómodo sillón, yo ya estaba fuera de mi sin control de mis inhibiciones y llevé su pie a mi boca y comencé a besarlo y pegarlo en mi cara para sentir ese aroma que me volvía loco, no me importaba cual fuera la reacción de ella solo tenía que hacerlo, ya no veía nada, solo su hermoso pie pegado a mi rostro, todos mis sentidos estaban absortos a ese momento y lejos de sentir la reacción natural de sorpresa que pudiera tener Amelia de quitar su pie y enojarse, me dejó hacer y alce mi vista y vi su rostro y sus lindos ojos celestes con una sonrisa de satisfacción, lo que hizo que siguiera adorando su divino pie.
Amelia se dio cuenta del éxtasis en el que estaba y el otro pie que estaba apoyado en mi pierna lo movió hacia mi polla que ya estaba que explotaba, a medida que rozaba su piecito en mi pene yo me pegaba más a su otro pie para besarlo desesperadamente, de pronto saca su pie de mi cara y de mi polla y me dice que me ponga de pie, al hacerlo me baja el pantalón y el bóxer y deja mi pene totalmente dura al descubierto, me mira con rostro sonriente y sabiéndose dueña de la situación agarra mi pene y se lo lleva a la boca, lo besó, le da una suaves lamidas y se lo introduce para darle una mamada que me estaba haciendo temblar de placer, tanto que apenas podía sostenerme parado.
No pude resistirme demasiado, mi cuerpo se estremeció de placer de una forma que nunca lo había hecho antes para que mi semen estallara dentro de su boca a borbotones, siguió mamando para no dejarme una sola gota de leche tragándoselo todo, volvió a mirarme sonriendo y yo no pude hacer otra cosa que caer a sus pies para besarlos y decirle gracias, gracias, gracias.